En una ríspida sesión, en la que abundaron gritos, insultos y acusaciones entre legisladores del PRI, PAN y PRD, la Cámara de Diputados rechazó las cuentas públicas 2002 y 2003 del gobierno de Vicente Fox.

Durante cuatro horas y media, legisladores de los tres principales partidos políticos se enfrascaron en una discusión sobre la administración de Fox. La oposición llamó a éste "corrupto, inepto, cínico e incongruente" y puso en duda la "estabilidad mental" del expresidente.

El diputado priista Luis Enrique Ojeda afirmó que durante el gobierno foxista "hubo excedentes por concepto de ingresos petroleros por 70 mil millones de dólares, y a la fecha se desconoce en qué se gastaron los recursos o a dónde fueron a parar".

Señaló que hubo un "manejo discrecional de 662 mil millones de pesos, a través de diversos fideicomisos creados en la administración pasada", y dijo que la expropiación de los ingenios azucareros se tradujo en "el salvamento de grupos empresariales, lo que tuvo un costo de 17 mil millones de pesos".

En respuesta, la diputada panista Dora Alicia Martínez afirmó: "Si de sexenios perdidos se puede hablar, hay que recordar los que transcurrieron a lo largo de 70 años cuando el PRI estuvo en el poder, cuando se solapó a funcionarios corruptos… Y todavía hablan de Marta Sahagun ¿Y la liga de los Bejaranos? ¿Y los abrigos de las amigas de los presidentes?".

Dijo que el PRI pretende desprestigiar al PAN por motivos electorales. "Sabemos de su estrategia electoral; dicen que no son corruptos, qué poca vergüenza… pero no se van a salir con la suya porque el PAN va a estar en cada casa para decir quiénes son", añadió.

Luego, el diputado panista José Antonio Díaz cuestionó el hecho de que el PRI y PRD hayan llamado urgentemente a dictaminar las cuentas públicas de Fox, a seis años de distancia.

"Es obvia la finalidad electoral del PRI, pero es además burda porque, según las encuestas electorales, está perdiendo puntos y el PAN se esta reposicionando", dijo.

Los legisladores panistas aseguraron que la única intención del PRI al rechazar las cuentas públicas de 2002 y 2003 de Fox, es parte de la estrategia electoral de ese partido para reposicionarse en vísperas de las elecciones del próximo 5 de julio.

Al respecto, el diputado priista Luis Enrique Ojeda rechazó que eso fuera parte de una estrategia electoral, y sostuvo que las acusaciones y señalamientos que se hacen a la administración de Fox, se basan en los resultados de la Auditoria Superior de la Federación (ASF), ya que "en el gobierno del cambio hubo opacidad y resistencia a entregar cuentas; cayó en la impunidad y en la malversación de los fondos públicos".

Pidió que "nunca más se le olvide al pueblo quién fue Fox y quién es el PAN".

La respuesta provino del diputado panista José Antonio Díaz. Dijo: "Ahora, los priistas quieren aparecer como adalides de la transparencia cuando las cartas credenciales de los gobiernos de José López Portillo, Luis Echeverría Alvarez o Carlos Salinas de Gortari muestran que fueron administraciones corruptas".

Afirmó que si los priistas quieren hurgar en el pasado, debían empezar por revisar las concesiones de radio y televisión que se entregaron en los sexenios pasados, gobernados por ese partido.

El priista Jesús Ramírez Strabo dijo que los diputados de su partido que hoy critica la fracción parlamentaria del PAN fueron quienes crearon las condiciones para que hoy esté en la silla presidencial Felipe Calderón.

Después, el PRD entró al debate. El diputado Pablo Trejo dijo que los panistas muestran un "desconocimiento total" de la administración pública. Afirmó que la transición "sólo se convirtió en una continuidad. Limpiaron el cristal para ver correr a las ratas. El caso más ejemplar fue el del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien toleró la venta de Banamex, la quiebra de Fertinal y la creación de innumerables fideicomisos para ocultar dinero, y hasta toleraron a los gestores para obtener contratos con diversas dependencias, como fue el caso de Marta Sahagún, o el traslado de recursos para su fundación Vamos México".

Además, priistas y perredistas acusaron al gobierno de Felipe Calderón de tolerar la "impunidad" en la administración de Fox.

Como ejemplo, se refirieron al "desvío de fondos" públicos, ilícito que, dijeron, le fue comprobado a la panista Carmen Segura Rangel cuando estaba al frente del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) "y luego se le premió con una posición en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal".

Entonces, la diputada panista Adriana Fernández insistió que la estrategia priista se debe a que las encuestas electorales no favorecen a ese partido, y afirmó que "añoran la presidencia imperial".

Además, los llamó "hipócritas, descarados y sin calidad moral". Y dijo que los priistas "nunca podrán negar su pasado". Desde la tribuna, gritó: "Saben que les duele la verdad; que no son los salvadores de la patria…".

Y al afirmar que si el PRI y PRD "en algo coinciden, no deben permitir nunca más un presidente corrupto. Por eso sacamos al PRI de Los Pinos y por eso (Andrés Manuel) López Obrador no ganó".

En su turno, el diputado priista Alfredo Rios Camarena dijo que reconocía en Vicente Fox a un "candidato carismático", y señaló: "Cuando cruzó el lumbral de la elección, no actuó como presidente, e incluso empezó a tener actitudes dignas de un estudio psicológico".

Agregó que "los datos duros son implacables", y expresó: "Fox no sólo no fue nunca presidente de la República, sino que cayó en deformaciones psicológicas y hasta se atrevió a decir que dejó encargado su despacho. Le dio el poder a una romántica pareja digna de una novela de Corin Tellado y usó a su esposa".

Los señalamientos contra Marta Sahagún enfurecieron a los panistas, más aún cuando el diputado de PRD, Juan Guerra, dijo que solo hablaría de un caso "que pinta la corrupción y la tolerancia al foxismo".

Guerra se refería al chino naturalizado mexicano Zhenli Ye Gon, quien está siendo procesado en Estados Unidos, "y entre otras cosas declaró que parte del dinero que obtuvo del narcotráfico fue para financiar la campaña presidencial de Felipe Calderón".

Afirmó que "mientras el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, acusa a los gobiernos priistas de haber promovido el narcotráfico, los panistas no se detienen a pensar que, durante la administración de Fox, gracias a las importaciones de Ye Gon, el país importó cinco veces más de las metanfetaminas que necesitaba colocando a México en los primeros lugares en la exportación de droga sintética".

Agregó: "Eso se hizo a través del control de las aduanas que tenían los corruptos Bribiesca tutelados por su madre, Marta Sahagún. Cuando metan a la cárcel a los Bribiesca y a los Fox por colaborar con Ye Gon, pueden hacer acusaciones".

Además, Guerra dijo que los panistas deberían "tener un poco de vergüenza y no ser tan cínicos. Mientras vienen a rezar el Padre Nuestro, dejan pasar corruptelas. Gracias al foxismo, la narcoviolencia se disparó en el país".

Desde su curul, el diputado panista Antonio Díaz exigió respeto a las creencias religiosas que él profesa y al estado laico.

Esto generó gritos y reclamos en las tres principales bancadas. Guerra dijo desde la tribuna. "Aquí no es un púlpito; aquí es el estado, y sus creencias religiosas llevénselas a su casa y no me las traigan al estado".

Desde su curul, Antonio Díaz pidió retirar esas "palabras ofensivas del Diario de los Debates", y reclamó al presidente de la mesa directiva, el priista César Duarte, que reconviniera a Guerra por lo que considero una "agresión" a la religión que profesa.

Sin embargo, Duarte aclaró que no lo podía reconvenir a Guerra.

Al final, Guerra afirmó que los hijos de Marta Sahagún se beneficiaron con el IPAB, y sostuvo que "la corrupción se encubó en el gobierno foxista, y los panistas terminaron siendo iguales que sus predecesores, aunque más cínicos".

Fue entonces cuando el diputado panista Juan José Rodríguez Prats, subió a tribuna. Dijo sentirse orgulloso de Vicente Fox, a quien llamó un "triunfador" y pidió a la oposición "actuar como tal y no obstruir al gobierno".

Finalmente, dijo a los diputados del PRI y PRD: "Señores, les ha ido mal peleándose con Fox… Ahora no cometan los mismos errores; les va a ir mal".

Al final, Duarte sometió a votación los dictámenes de esas cuentas públicas del gobierno de Fox, las cuales no fueron aprobadas. Los dictámenes, que desde hace casi seis años habían sido frenados por los panistas para su discusión, fueron regresados a la Comisión de Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.

Los dictámenes que el PAN pretendía avalar exoneraban a la administración foxista en los años 2002 y 2003.

Antes de concluir la sesión, la diputada panista Adriana Fernández pidió la palabra para decirle a Duarte que lo único que habían demostrado los diputados del PRI y PRD "es que son unos hipócritas y cínicos", mientras que Rodriguez Prats sugirió al presidente de la mesa directiva que quien debió conducir el debate era la vicepresidenta, ya que lo hacía mejor que él.


Fuente: www.proceso.com.mx